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Cumplimos un año de pandemia

Cumplimos un año de pandemia

Cumplimos un año de pandemia. Hace ya un año que la OMS proclamaba oficialmente la pandemia por el brote del nuevo coronavirus culpable de la COVID-19 y pocos días más tarde, el 14 de marzo, en España se declaraba el estado de alarma. De esta manera vivimos el confinamiento, y de este modo lo rememoramos un año después.

El pasado 31 de diciembre de 2019, China comunicaba a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estallido de un conjunto de casos de neumonía de origen desconocido en Wuhan. Unos días más tarde, la OMS anunciaba que un nuevo coronavirus era el promotor de esta enfermedad.

En Europa oíamos las novedades que llegaban de China y comentaban que los habitantes de Wuhan hacían aislamiento en sus casas. La nueva epidemia parecía muy lejana, no obstante cada vez se hablaba más de ello por las calles. Entre bromas y asombro nos llegaban vídeos que narraban que en Wuhan iban a edificar un hospital en diez días, los fakes con teorías conspiratorias alrededor del nuevo coronavirus se hacían virales y los expertos trataban de entender el funcionamiento de esta nueva enfermedad que se extendía a gran velocidad.

Esta novedosa enfermedad, denominada como COVID-19, siguió cruzando fronteras. Italia fue el primer país europeo donde se llegó la crisis y se debieron determinar medidas tajantes y confinamiento domiciliario. Predominaba el desconcierto y había muchas dudas sobre cómo proceder, si era adecuado utilizar mascarillas dada la insuficiencia de las mismas y su necesidad en los hospitales, si había que dejar de llevar a los niños al colegio, si no era conveniente ir al trabajo, si era imprudente ir a tomar algo a un bar…

Cumplimos un año de pandemia

La mayoría de la información y de los consejos que se daban en aquel momento han cambiado, algo normal dado que se trata de una enfermedad nueva y ha pasado muy poco tiempo desde que coexiste con nosotros (sin embargo, a todos nos parece una eternidad). De todos modos, hoy leemos esos artículos que se publicaron (que si mascarillas, que si gel hidroalcohólico, que no salgas de casa, la palabra teletrabajo… y nos parecen una buena evidencia de lo que pasaba y de lo que vivimos en aquellos días.

De pronto, el 11 de marzo la OMS declara que este virus es una pandemia y que se ha desarrollado en al menos 114 países, ha matado a más de 4.000 personas y contaminado a casi 120.000, unos datos alarmantes pero que eran solo el comienzo de lo que estaba por llegar. El 14 de marzo, y como se esperaba desde días antes, el Gobierno de España decretaba el estado de alarma para hacer frente a la propagación del coronavirus culpable de la COVID-19. Los españoles nos debatíamos entre el terror a esta enfermedad desconocida y la ansiedad ante la probabilidad de un confinamiento en casa  de quince días, sin estar al corriente que la cuarentena todavía se iba a prolongar muchas semanas más.

Primavera y mascarillas

Y empezó la primavera más rara de nuestras vidas. Descubrimos la lluvia desde la ventana, compaginamos como pudimos el teletrabajo, las tareas con los niños y la vida social en unos pocos metros cuadrados. Nos dimos cuenta de que la pandemia asimismo comprendía de diferencias sociales, pues el confinamiento no fue lo mismo si tenías terraza o jardín o vivías en un piso pequeño sin luz natural. Veíamos con ansiedad la información que nos daba ‘mundo exterior’ con hospitales abarrotados, calles desiertas y aplaudíamos en los balcones. Algunos lo vivieron, lamentablemente, mucho más de cerca, y sufrieron la muerte de algún familiar o amigo, o estuvieron en primera la línea, saliendo a la calle todos los días al tener algún trabajo fundamental al que debía ir.

Grupos de investigación de todo el planeta trabajaban sin dormir y a contrarreloj para contestar a las miles de cuestiones y preguntas sobre el virus nuevo. Su funcionamiento, su transferencia, cómo infectaba al organismo… había que dominar la pandemia y hallar vacunas y tratamientos. Se desmentían bulos, como que el virus había sido elaborado en un laboratorio o que su propagación tenía que ver con el 5G. Y además nos alarmaban los resultados psicológicos que podían poseer las semanas de confinamiento domiciliario.

Ciudades con mascarilla

Han sido semanas, meses… muy duros, de ansiedad e incertidumbre. Salíamos de casa a realizar las compras esenciales con terror, las calles estaban vacías y desoladas, pero nos dimos cuenta de que sin tráfico había más libertad para andar y hasta se oía a los pájaros cantar. Los telediarios y programas informativos nos mostraban lo mismo que veíamos a nuestro alrededor, el panorama sobrecogedor de algunas de las grandes ciudades del mundo, vacías y en silencio. Y las pocas imágenes que se veía de personas eran con mascarillas, guantes y todo tipo de equipos de protección.

Hoy en día, y un año más tarde del principio de la pandemia y del confinamiento que ha marcado nuestras vidas, recordamos esos instantes como un tipo de sueño distante, algo que jamás imaginábamos que fuéramos a vivir. El choque sentimental, financiero y social es gigantesco, y todos de algún modo, estamos perjudicados por el virus y sus consecuencias. La pandemia no ha finalizado, y aunque las restricciones y las medidas de distanciamiento social a veces nos superan, tenemos consciencia que debemos persistir y seguir esforzándonos día a día. En el horizonte hay ilusión: las campañas de vacunación son lentas pero avanzan. Los datos que comunican las farmacéuticas y los gobiernos sobre la inmunidad que generan estas vacunas son esperanzadoras. Aunque nos inquieta el estallido de nuevas variantes del coronavirus, necesitamos contemplar el futuro con confianza.

Oleovid aporta su granito de arena

Esperemos que en los siguientes años, cuando volvamos a recordar estas fechas que absolutamente nos han cambiado la vida, podamos describir a la pandemia como algo del pasado y actualmente superado.

Desde Oleovid queremos poner nuestro granito de arena aportando un amplio catálogo de mascarillas higiénicas, quirúrgicas, Tipo FFP2, Tipo FFP3, geles hidroalcohólicos y demás artículos de protección, todos ellos de gran calidad y al mejor precio para ayudarte un poquito en tu día a día.

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